Durante el mes de julio, dentro del Festival Cultural Musagadir, cuatro de las más notables iniciativas musicales de Canarias presentarán sus propuestas artísticas en un genuino marco como es el patio de las palmeras del Museo de la Naturaleza y el Hombre, convertido en un singular oasis para la ocasión.
Es el caso del emblemático grupo Gato Gótico, conjunto pionero del jazz étnico en las Islas, compuesto por músicos inquietos y viajeros (con Roberto Cabrera al frente) con un oído siempre atento a las músicas provenientes del Magreb y del oeste africano.
O el caso de Ait Nahaya, reciente propuesta que conforman experimentados y admirados músicos de la escena musical isleña (Fabiola Socas, Luisa Machado, Alberto Méndez ‘Naranjita’, entre otros), capitaneados por el cantautor rifeño Kino Ait Idrissen, dando lugar a una originalísima propuesta que aúna músicas bereberes y canarias desde el respeto y el buen hacer.
Orbitando sobre sonoridades jazzísticas nos llega la estupenda propuesta de Macaronesian Jazz Ensemble, dispuesta en esta ocasión a filtrar por el particular lenguaje del jazz diversas músicas africanas, provenientes de sur a norte del continente.
Y para cerrar este ciclo, la singular propuesta a dúo que integran una de las voces con mayor solera del Archipiélago (el palmero Luis Morera) y el timplista que sigue con mejores destellos la maestría del inolvidable José Antonio Ramos, el grancanario Germán López. Acompañados por una brutal banda de músicos, Morera&López desgranarán un cancionero que mirará a tres territorios, el África magrebí, la Andalucía flamenca y el folclore canario, en una suerte de encuentro multicultural y polirrítmico a modo de guinda para estas jornadas de conciertos únicos en un marco incomparable, el del Museo de la Naturaleza y el Hombre.
Durante cada concierto se ofrecerán proyecciones de fotografías exclusivas de la región marroquí de Souss Massa Drâa, así como del resto de Marruecos y de todo el continente negro, además de selectas sesiones de DJs y de Video DJs cada viernes, en el mismo marco del patio interior del Museo, también con proyecciones de imágenes y fotografías.
Una estupenda oportunidad para acercarnos, aún más si cabe, a disfrutar o descubrir territorios y paisajes sonoros ignorados, que son también lo que somos. En definitiva, iniciativas que trazan puentes certeros y elegantes, que ayudan a salvar las angostas pero marcadas distancias que aún nos separan.